Tres exposiciones en La Casa Encendida me llevan a hacer una reflexión de cada una de ellas.
Por un lado encontramos “Camuflajes”. La muestra recoge obras de varios artistas, todas con un mismo punto de partida, el camuflaje, viendo el título necesito una definición exacta de la palabra, esto encuentro: disimulación u ocultación que se hacen dando una apariencia engañosa. Ahora lo entiendo todo. Nos está hablando de arte, de vida, de forma de vida.Puede ser una crítica, o una observación irónica de la realidad que nos rodea. ¿Es real esta realidad? Y desde diferentes ángulos, tratando diferentes aspectos nos conduce a la respuesta a ésta pregunta, nos ayuda a abrir bien los ojos.
Continuamos viajando al formar parte de “Viajes de agua”. Eva Lootz nos acerca a una confusión centrada en el agua, confusión entre palabra, imagen y sonido, aunque no podemos usar un cuarto ni un quinto sentido, no lo echamos en falta. Tenemos suficientes datos para concluir con varias reflexiones. Necesidad, huella, nacimiento, política…
Por último nos sentimos atraídos por una sala llena de maniquíes, maniquíes e imágenes que
exigen la articulación de un discurso complicado a mi entender.”The Subjecters” , discurso con un tema central, la peculiar situación de la persona ante el mundo actual descrito mediante imágenes impactantes y esculturas que invaden. Thomas Hirschhorn nos regala una exposición que será difícil olvidar.
le has sacado partido
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